¿Cómo entenderlo si no creo?

(…)  I.R.

Tenía 22 años cuando empezó a hacerse Reiki.
Vino, porque sentía la necesidad de iniciar una búsqueda hacia su  interior, encontrar esa parte de si misma que le era desconocida. Estaba despierta al mundo espiritual pero intentaba comprender lo que le pasaba con la mente, sin aceptar que a veces las cosas más profundas no pueden entenderse, sino sentirlas y aceptarlas. Todo su esfuerzo por comprender aquello a lo cual no podía darle un significado lógico, le creaba un fuerte conflicto que la llevaba a un estado de soledad interior  y de encontrarse perdida sin conseguir hallar la solución.

Conforme iba recibiendo Reiki,  su ansiedad pasó a ser sustituida por paz, empezó a estar más relajada, y sobretodo empezó a comprender que en medio de aquel caos interior en el que se encontraba, no estaba sola; que había más personas que pensaban como ella y que intentaban buscar respuestas e ir más allá de una estructura lógica.

Empezó a conectar con su interior, cosa que le sorprendió ya que siempre había actuado con la mente y el pensamiento puro y lógico, y de repente se encontraba dejándose llevar por sus sentimientos y su intuición, que a veces le llevaba a unos niveles de conexión interior y de paz que la abrumaban.
Conectar con su sabiduría interior, le permitió darse cuenta de que las preguntas que se realizaba a sí misma sobre su existencia y sobre el universo, no eran preguntas únicas, y que esas mismas reflexiones había millones de personas que también se las hacían, y que incluso muchas de ellas tenían respuestas.

Sabiduria

photo © 2008 😉 AranZazu , Flickr

Todo ello hizo que empezara a interpretar las señales que se manifestaban en el camino de su vida, y decidió hacer el 1º Nivel de Reiki. Sintió como una gran puerta se le habría y como conectaba con una paz interior desconocida y difícil de explicar.

Se puso a trabajar con los conocimientos adquiridos en el curso. Durante todo este tiempo se dedicó a practicar, y según me comentaba las experiencias eran increíbles. También se sorprendía de la paz que le proporcionaba el hacerse Reiki a sí misma. Y de que algo tan sencillo, fuera tan productivo.

Un año después decidió, hacer  el 2º Nivel,  porque sentía que era el momento de dar el siguiente paso hacia su interior. Y posteriormente, decidió hacer el 3º Nivel.
Se cuestiona mucho menos, pero al mismo tiempo es consciente de que avanza mucho más rápido, y la mayoría de veces no necesita cuestionarse, porque ahora es capaz de sentir, de que algo muy potente y  con una gran energía está por encima de todos, y que cuando necesitas ayuda ahí está.

Ella es una confirmación más de que Reikite conecta con tu camino interior y te ayuda a ponerte en marcha. Te recuerda que estando parado no vas a ningún lugar. (…)

 

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