Trabajo, familia, estudios, problemas laborales, problemas familiares. Este es el día a día de una sociedad como la actual, una sociedad donde el centro es la competitividad constante. Se nos exige (por así decirlo) ser perfectos mientras nosotros buscamos armonía y equilibrio. Pero la realidad es que esta forma de vida nos hace sentir mal, nos hace sentir impotentes porque no somos capaces de sobrellevar todo este ritmo de una forma armoniosa, sino todo lo contrario, lo llevamos de una forma estresada y desequilibrada.

Todo ello nos lleva a una mala alimentación. Decimos que nuestra alimentacion es sana, cuando un 70 u 80% está basada en productos congelados. Esto conlleva que las defensas de nuestro cuerpo explotan, las gripes son más numerosas, los problemas digestivos son más numerosos, las migrañas son más numerosas. Es entonces cuando hay que pararse y preguntarse, ¿qué pasa con mi vida? ¿por qué por más que lo intento no me siento bien conmigo mismo?

Aquí es cuando el reiki juega un papel importante. El hacerse las sesiones de autoreiki diariamente provoca inmediatamente un aumento de las defensas, el cuerpo empieza a sentirse más fuerte y capaz de todo, pero al mismo tiempo interiormente empiezas a tomar conciencia de que has de empezar a introducir pequeños cambios en los hábitos diarios de tu vida. Y esto simplemente ocurre con el autoreiki, sin tener a nadie que te diga qué es lo que has de hacer. Este «alimento del alma«, como yo lo llamo, hace que se nos encienda una lucecita de alarma que nos recuerda que el cambio lo tenemos que hacer YA.

Por otra parte, también está la asistencia a un terapeuta de reiki, quien además de hacerte reiki, llegado el momento en que vea que estás preparado, te ayudará a introducir esos pequeños cambios que estás buscando y que no sabes por dónde empezar.

Ya ves, es así de sencillo. El reiki tiene muchos efectos positivos en nuestra vida cotidiana, en nuestro día a día, pero tengo que recalcar que los cambios se van produciendo poco a poco. Con reiki los efectos rápidos no existen, ya que el proceso ha de ser entendido por tu mente y por tu cuerpo.

  • Montserrat Oliveros (Terapeuta y Maestra de reiki en la escuela Hermes7)
  • imagen ©2007  d. FUKA, Flickr