Voy a contar un poco sobre las experiencias que he tenido con Montse y sus canalizaciones y un poco sobre mi camino con este tema. Creo recordar que la primera experiencia que tuve con Montse fue hace muchos años, sobre el 96 o 97. Había acudido a su centro para no recuerdo sí fue masaje u otra cosa, porque creo que en aquel entonces aún no hacía Reiki. Bueno, durante el tratamiento, le empezaban a llegar mensajes que me transmitía verbalmente en el momento, cosa que nos sorprendía a las dos un poco porque no era algo habitual y no nos conocíamos mucho. Pero yo estaba encantada y no me parecía extraño porque soy de California…ya sabes que es una zona del mundo muy abierta a todo.
Llevaba años interesada en el tema de lo que hay más allá y había leído libros sobre Seth, de Jane Roberts y Edgar Casey. Y como vivía en Los Ángeles, ¿perfecto, no? En los ochenta y noventa empezaba a asistir eventos de gente que hacía canalizaciones que me fascinaban de entrada. Uno de mis favoritos fue el Dr. Peebles canalizado por Thomas (no recuerdo su apellido). Asistía a sesiones en grupo e individuales, y la sabiduría -como lo llamo yo- fue como recibir una brisa fresca en un día calorosa por la perspectiva que me ofrecía. También asistía a muchas sesiones con Bashar canalizado por Daryl. Pero mi favorito de todos, y sigue siéndolo, era Abraham. Una amiga mía que asistía a muchos de estos eventos, los grababa y pasaba copias de cintas a todo el mundo. Tenía unas cuantas, pero un día me pasó una grabación de “La Ley de Atracción” de Abraham, y me aluciné.
Lo que más aprecio de todo lo que he aprendido de las enseñanzas en las canalizaciones es que no responden a preguntas como «¿cuándo voy a conocer el hombre de mi vida? o «¿qué debo hacer sobre tal o cual cosa?», sino que imparten una perspectiva muy amplia de la vida para ayudarte entender, evolucionar y actuar en otra forma.
Al venir a España en el 95, aparqué el tema en un rincón de mis conocimientos porque ya había explorado mucho y estaba enfocada en otros temas con mi nueva vida aquí. Pero por las experiencias que había vivido, el día que Montse me pasaba unos mensajes, me parecía que yo estaba más cómoda con la idea que ella. Reconocía que tenía un don muy especial pero quizá ella aún no estaba segura de cómo quería usarlo. La dejaré contar su propia historia, pero puedo decir que ¡estoy muy contenta de que ahora sienta que es un buen momento para compartirlo con más gente!
Bueno, sólo queda por contar unas de las experiencias más memorables de las que Montse me ha dicho durante los años. En diciembre de 2000 me enteré de que a mi madre en California le quedaba poco tiempo de vida debido a un cáncer, y como ya tenía un billete para volver para navidad, me fui corriendo para quedarme el tiempo necesario sin anunciarlo a los amigos. Unos días después de su muerte al final de enero, recibí un correo electrónico de Montse que me decía que había recibido unos mensajes de mi madre que quería compartir, cosa que me daba mucho consuelo en este momento, y claro, ella no sabía nada de la situación.
Cierro con una anécdota que quizás no tenga mucho que ver con canalizaciones, pero ilustra algo más sobre el don que tiene Montse. Hace unos cinco años, estaba en una situación en que tenía que amueblar mi piso pero casi no tenía nada de muebles ni mucho dinero para comprarlos y fui un día a Ikea con la esperanza de poder abrir una línea de crédito para comprar unas piezas esenciales. Pero resultó que, como tenía mi permiso de residencia en trámites de renovación, no me concedieron un crédito. Deambulé por la tienda un poco desconcertada mirando los muebles de salón con anhelo y justo en este momento recibí un mensaje de texto de Montse en mi móvil explicando que habían comprado un nuevo sofá y ofreciéndome el suyo. ¿Interesante, no?
¡Enhorabuena, Montse, por abrirte este nuevo camino!
- Susan Grove