El Feng-Shui es una técnica milenaria, y últimamente su popularidad se ha expandido en occidente. Pero, ¿qué es exactamente? Nuestra amiga Mary García Gómez nos explica su propia experiencia y sus sensaciones con este sistema ancestral.

Aunque yo entonces no lo sabía, hacía muchos años que el Feng Shui estaba esperando encontrarse conmigo… y he de decir que era en realidad uno de esos regalos secretos que vino a confirmar sensaciones que, de siempre, había tenido, y a dar luz a un buen número de conceptos que, por desconocimiento, yo no entendía. Fue uno de esos sábados lluviosos, en los que tanto me gusta encerrarme en una buena librería, el día en que estaba escrito que mis ojos se detendrían en esas dos palabras que tiraron de mis manos lo suficiente como para sentir que aquel contacto que se produjo con la primera página del manual ya nunca se acabaría… Era el descubrimiento de un juego del que aún desconocía las reglas, pero que con práctica podía proporcionarme enormes satisfacciones…

Y comienzan mis nuevos y fascinantes descubrimientos…

¿Nunca os ha pasado que os sentís incómod@s ante la situación de un mueble o de un  determinado objeto decorativo? …pues bien… es muy fácil que ello se deba a su errónea disposición… Así es como yo empecé a identificar sensaciones que  ya había experimentado, pero que por falta de la información adecuada no sabía a qué extraños fenómenos atribuir.

Me maravillé extraordinariamente al descubrir que esta milenaria técnica china llevaba siglos al servicio de tod@s aquell@s que habían decidido probar su efectividad… Es una técnica prácticamente al alcance de tod@s, totalmente versátil, cien por cien creativa, aplicable en cualquier espacio de cualquier dimensión, divertida, integral, infinita… y adaptable a la medida de cada necesidad.

Mi curiosidad iba aumentando a la velocidad de mis conocimientos… saber que el CHI formaba, literalmente, parte de mi propio ser, no hizo sino empujarme a desear explorar otros caminos que pudiesen complementar todo lo que estaba aprendiendo… todo ello con la intención de poder ofrecer un mejor estudio de todas y cada una de las situaciones que, en un momento dado, llevasen a alguien a solicitar la ayuda de este BELLO TESORO que había irrumpido en mi vida…y que yo estaba dispuesta a utilizar en beneficio de tod@s…

El CHI está contínuamente a nuestro alrededor igual que el aire que respiramos. Es, por lo tanto, imposible tratar de desconectarnos. En mi opinión es un nexo de unión global… invisiblemente va conectando nuestra respiración… nuestros sueños… nuestras vidas… hasta el infinito…

Es tal la flexibilidad que permite esta técnica en su aplicación que puede adaptarse a cualquier presupuesto. Podemos gastarnos auténticas fortunas en la búsqueda de valiosos objetos candidatos a mejorar el flujo del CHI, pero de igual manera podemos adaptar cualquiera de los que ya tenemos, sólo deberemos colocarlos en donde corresponda, según la Zona Bagua, y aquel área de nuestra vida que deseamos potenciar… Es esta técnica de recomendable aplicación en nuestros hogares y lugares de trabajo debido a que son estancias donde solemos pasar muchas horas de nuestras vidas.

bola_feng_shui

En cualquier caso, hemos de tener presente que podemos aplicarla en un jardín, en el coche, en un barco o avión, en la mesa de un despacho, en el mostrador de un local comercial, en la habitación del hotel en el que estés… En definitiva, donde haya una superficie también habrá un espacio para poner a trabajar la energía con las indicaciones que nos regala la práctica el Feng Shui.

Nada existe por casualidad, todo tiene un lugar donde optimizar su función, sólo hemos de encontrarlo. Cualquier cosa, acción o pensamiento que exista en nuestras vidas no son más que diferentes manifestaciones de energía. Con la correcta aplicación de esta apasionante y extensa técnica iremos tomando consciencia de todos los cambios que vayamos experimentando. Será como darse cuenta de que tenemos a nuestro alcance un amuleto secreto con el que sanarnos.Así, poco a poco, fui descubriendo la danza existente entre la energía invisible que nos rodea y los objetos materiales existentes en cualquier espacio donde nos movamos. Cada faceta de nuestra vida está asociada a una extensa variedad de ellos, tanto en forma, como en color y  procedencia. Podemos aumentar increíblemente nuestro bienestar con la correcta combinación de todo ello.

Ahora bien, es para mí indispensable hacer saber que por muy importante que resulte la buena aplicación de esta técnica, no es nada comparado con lo que siente la persona que la solicita una vez realizados los cambios. Ante todo, hemos de tener en cuenta que cada persona es como un verdadero “detector” de vibraciones y con ellas fluirá de una manera única y personal. Por mucho que le insistamos de que un objeto en concreto debe ir en un lugar determinado, nada conseguiremos si él/ella se siente incómod@ con la recomendación. La paciente comprensión y colaboración de ambas partes es, pues, imprescindible.

La solución está en probar nuevas posibilidades hasta que la persona sienta esa “pacífica comodidad”que le regala serenidad y vitalidad fácilmente palpables. Así, iremos revisando todas y cada una de las áreas de nuestra vida hasta que encontremos el equilibrio deseado… y es que podemos sentir un buen flujo en casi todas las facetas de nuestras vidas, pero si una de ellas sigue fallando, notaremos esa “cojera”.

Uno de los factores que es, para mí, primordial, es el tratar de que la persona tome conciencia de cómo se siente en temas de salud. Cualquier indicio o leve síntoma puede ayudarnos. Es aquí donde demuestra su grandísima utilidad el estudio de la salud físico-emocional… sin olvidarnos de un análisis exhaustivo de nuestros miedos y creencias. Conozco casos en los que se ha solicitado un servicio de Feng Shui para “protegerse” de algo. Son casos especialmente detectables donde es más que factible que se escondan este tipo de obstáculos.

Y así, de esta forma, es como a veces acabamos solucionando más de un problema a la vez…

Es este un mundo lleno de maravillosas y gratificantes oportunidades para experimentar, sentir, aprender y disfrutar. Ayudar es ayudarse… y nada es comparable a la satisfacción por haber servido.

NAMASTÉ