El primer nivel de Reiki es un acercamiento a sentir la energía que nos rodea.

Hemos de partir de la base de que en el universo todo es energía. Si cogemos nuestra mano y la ponemos en un microscopio, lo que éste nos mostrará son las células de las que está compuesta nuestra mano. Y si seguimos ampliando la observación, llegará un momento en que solo podremos definir lo que vemos como «energía», luego nosotros también somos energía.

Partiendo de esta explicación, Reiki sería como una ayuda para sentir nuestra energía, la energía de las personas que nos rodean y en sí para  la energía de nuestro entorno.

Los alumnos, al finalizar el curso, suelen coincidir en que para entenderlo hay que probarlo. Pero a veces para terminar de decidirte en si vas o no a probar algo, necesitas de opiniones de otras personas que ya lo hayan hecho.

En un primer nivel, a parte de explicar un poco lo que se puede encontrar en los libros, yo personalmente, me gusta que los alumnos realicen muchas prácticas entre ellos para que salgan del curso sintiendo lo que es Reiki  aunque les cueste intentar definirlo.

Es un curso donde se toma conciencia de la intuición, se toma conciencia de los cambios de temperatura en las manos cuando se realizan las prácticas, se toma conciencia de una sabiduría interna desconocida que a veces te hace estar seguro de un conocimiento que hasta entonces ignorabas.

Hacer un primer nivel de Reiki, te abre las puertas a conocerte y a poder ayudar al prójimo.

 

Montserrat Oliveros González
Maestra y terapeuta de Reiki