Un día te levantas por la mañana, tras años de insatisfacción y de  falta de comprensión hacia todas las circunstancias negativas que rodean nuestras vidas.

No entiendes como es tan difícil ser como te gustaría ser, porque la sociedad te pide ser como está estipulado. Llevas años sintiéndote mal contigo mismo, llevas años traspasando toda esta insatisfacción a las personas que más quieres, y luego no entiendes por que te comportas así cuando lo que deberías hacer es demostrarle que los quieres.

Pero ¿cómo les demuestras que los quieres, si esto nadie te lo ha enseñado?. ¿Por qué cuesta tanto realizar un crecimiento interior como via de conocimiento de uno mismo?

Además, llevas tiempo oyendo a tu alrededor que demostrar tus sentimientos, abrir tu corazón es símbolo de debilidad. Necesitas ser fuerte, o aparentar que eres fuerte. Necesitas protegerte de todos los que quieren hacerte daño, o que uno mismo piensa que quieren hacerle daño…


En fin, te levantas y te das cuenta que ya no puedes más, que la vida te está asfixiando, que aunque todo exteriormente parece que va bien, tu te sientes fatal. Que a pesar de que la sociedad te confirma que tendrías que sentirte feliz,  por dentro te sientes cada vez más alejado de ti mismo.

Aunque al mismo tiempo piensas

¿y quien soy yo realmente?

Si al fin y al cabo toda mi vida me la he dedicado a construir máscaras para aparentar ser lo que los demás quieren que sea,  armaduras para protegerme de quienes quieren hacerme daño pero al mismo tiempo tampoco permito entrar el amor a mi vida.

Entonces ¿quién soy yo?

Justamente ese día decides quedar con esa amiga que vistes que empezaba a hacer cosas diferentes que no entendías pero que te dice que por fin empieza a conocerse, y que por fín empieza a sentirse mejor interiormente. En mi caso esa persona me habló del Reiki, y entonces empezó mi camino con el Reiki. Un camino de autolimpieza, un camino de autocomprensión, un camino a veces doloroso cuando me daba cuenta de que ser yo misma quería decir renunciar a capas de protección, quería decir:  enfrentarme a mis emociones , y como todos los que habéis empezado este camino, ya sabéis que enfrentarse a las emociones es doloroso.

Luego combiné el Reiki con las Flores de Bach, y ahora actualmente son el botiquín mágico que  siempre llevo conmigo. Estas dos terapias fueron mis salvadoras en los momentos en que decidí empezar a Ser Yo misma. Pero en todos estos años, a medida que llegaba más a mi interior, iba conociendo nuevas terapias que me ayudaban a ver nuevos aspectos que debía comprender, trabajar y liberar.

Como por ejemplo coaching, constelaciones familiares, reflexología podal, etc.. Y lo curioso es que cuando pienso que por fín parece que ya creo que todo está en su sitio, nuevos aspectos y nuevos retos se manifiestan en mi vida para hacerme darme cuenta que la rabia, la falta de comprensión, la falta de aceptación o la intolerancia todavía -aunque en menor grado siguen a mi lado-, y entonces  decido volver a seguir adelante para poder comprender lo que está pasando o lo que pasó en mi pasado que me ha llevado a actuar en estos momentos así.

Esta última experiencia la he tenido con el rebirthing.  Hice una sesión hace dos semanas y me ayudó a comprender unas cosillas que quedaban en el aire sobre mi infancia y sobre el roll que escogí representar en mi vida para ser más aceptada por mi familia.

Y ¡caray! ¡Qué bien me siento con lo que he descubierto!

Ahora que se donde radica este conflicto que tengo, puedo seguir avanzando, y vaciando todos esos estados negativos que dentro de mí siento que ya no pertenecen a mi vida actual.

Por eso digo y seguro que los que estáis en situaciones similares a la mía estaréis de acuerdo conmigo que:

Crecer interiormente ¡vaya caminoooo!

Montserrat Oliveros González
Maestra y Teapeuta de Reiki y Flores de Bach
Directora de Hermes cuida´t i aprèn