Las  flores de Bach pueden ayudar a los ancianos en la última etapa de su vida. Cada persona es distinta y necesita flores distintas, pero existen unas esencias florales que les pueden ayudar en esos momentos.

 


Existen flores de bach que les pueden ayudar a superar los miedos lógicos al final de la vida; hay otras que les ayudan poder pasar página de  acontecimientos momentáneos que les entristecen; otras son para personas sin esperanza y  así muchas esencias más.
Las flores de bach como trabajan a nivel energético no están contraindicadas con ningún tipo de medicación que el médico les pueda recetar. Las flores les pueden ayudar en momentos difíciles sin tener efectos perjudiciales en su salud. Les ayudaran a equilibrarse y no desesperarse. Les aportará la armonía necesaria para poder avanzar en esta etapa de su vida.
Si bien, es importante que el terapeuta que trate al anciano, tenga una sensibilidad especial para tratar con ellos. Los ancianos necesitan que se les trate con amor, cariño, paciencia y toleráncia y existen terapeutas con una forma se hacer que les hará sentir importantes, al menos para la persona que les atiende, porque les escucha, les trata con cariño y les ayuda en la medida de lo posible.
Las flores funcionan las recete quien las recete, sobretodo si el terapeuta las ha experimentado bien, pero no es suficiente con eso. Debemos hacer saber que las personas tienen que ser tratadas bien, y darles toda nuestra atención y hacer que se sientan bien cuando vienen a nuestra consulta.  Debemos estar a su lado para apoyarlos cuando necesiten. Eso solo se consigue escuchando las palabras, los gestos, y leyendo en sus ojos.

Mímulus
Es ideal para personas que son hipersensibles a los estímulos externos. Suelen tener risa nerviosa, balbucea o habla muy rápido. Se refugian en la enfermedad. Suelen ser muy vergonzosos y tranquilos. Tienen miedo y saben muy bien qué es lo que temen.
La flor les ayuda a aceptarse como son, reduciéndoles de este modo la ansiedad, que realmente no es más que miedo. Les permite vivir plenamente sin miedos.