Los que creemos en la ley de la atracción, vemos a veces como nos es fácil atraer ciertas cosas a nosotros y otras nos es más difícil. La dificultad radica en nuestras propias auto-limitaciones. Somos nosotros los que nos boicoteamos nuestro propio avance.
A medida que me introduzco más en la ley de la atracción, más vueltas da a mi cabeza cómo explicársela a los niños antes de que ellos mismos se auto-limiten. Los niños son capaces de imaginar las cosas sin proponérselo, son capaces de sentir aquello que imaginan, de vivir los juegos como si fueran realidad. Se creen merecedores de todo lo que desean, y siempre piden porque normalmente se les da. La verdad es que vienen al mundo con las bases para poder crear su vida en abundancia y es en la sociedad dónde los limitamos.
Ellos por si solos tienen todas las herramientas que necesitan para atraer a ellos lo que quieran de la vida, es nuestro deber como padres enseñarles a utilizarlas. Aunque en mi opinión, también es nuestro deber como padres enseñarles a usarlas siempre en beneficio suyo y de los demás, nunca en contra. Creo que si les podemos evitar el camino duro de superar las propias limitaciones, debemos mostrarles los principios de la ley de la atracción, antes de que se limiten por imitación de nuestras barreras o por las que ellos mismos se creen.
He practicado los principios con mi pequeña, a veces explicándoselo, otras a base de cuentos que me llevaban a la moraleja que yo deseaba. La verdad es que el resultado no ha sido inmediato, ni mágico, pero la semilla va creciendo y se va viendo resultado. Al igual que no crecen en altura de la noche a la mañana, estas herramientas no se aprenden a manejar en dos días. Debemos tener constancia y paciencia para que las vayan aprendiendo a su ritmo y muchas veces con rapidez mental e imaginación para solventar los obstáculos que puedan presentarse.
Marta García
Terapeuta de Reiki y Ley de la Atracción
Centro de Terapias Hermes 7