Luca es mi perro/compañero/hijo desde hace 13 años. Nació en Chile y me acompaño durante años de tristeza y soledad, me ayudó a hacer amigos y me hizo reír.Cuando me volví a Barcelona, por supuesto él vino conmigo y me acompañó mientras recomponía mi vida.

En Enero de este año la patita izquierda se hinchó y no la pudo apoyar más. El veterinario me dijo que seguramente podía ser del corazón y que lo hospitalizara. Durante muchos días no respondió a ningún tratamiento y cada vez lo veíamos peor. La vida se le había ido de los ojitos. Me dijeron que sus oportunidades eran escasas y que tenía que pensar en hacerlo dormir.

De repente pensé que no, que por eso no lo iba a hacer dormir. Lo cuidaría aunque estuviera inválido en casa, hasta que él decidiera irse por sí mismo.

Contacté con Montse porque vi que ella hacía reiki a animales y  me dijo que se ocuparía de él a distancia. Me dio esperanzas.

Cuando lo traje a casa, era como una sabanita, sin fuerzas. Un esqueleto con piel.

Montse inició su trabajo con él aquella misma noche y al día siguiente, al levantarme, Luca me saludó con una cola alegre y llena de energía. Empezó a comer tres veces al día como nunca lo había visto comer. Se fue rehaciendo en pocos días.

El día 9 de febrero cumplió los 13 años y ahora vuelve a ser mi compañero, viejito, pero con todo su amor y vitalidad. Sube las escaleras para acompañarme a todas partes de la casa.

Quiero agradecer a Montse su reiki, porque sé que nos llegó, aún siendo a distancia. Estoy segura. Luca sigue mejorando día a día y ya vuelve a ser el de antes de su hospitalización. Estoy muy feliz de volver a tenerlo en casa y espero que el día que se tenga que ir, sea cuando él decida y yo entonces lo aceptaré.

¡¡¡¡Muchas gracias, Montse!!!!

Isabel Larraburu

 

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