Hace unos meses escribí un post  “Reiki a distancia y sus efectos positivos” sobre los resultados de esta terapia aún en una enorme distancia entre terapeuta y paciente como era el caso entre Barcelona y China.  Hoy tengo el placer de compartir la experiencia vivida por ella en sus sesiones a distancia, y como la apoyaron en unos momentos muy difíciles de su vida. Estés donde estés siempre puedes recibir reiki de un profesional serio y comprometido, para que pueda apoyarte en ese momento difícil por el que estés pasando. Espeamos que os sea enriquecedor este nuevo post

“Querida Montse:

Gracias por tus enseñanzas y apoyo contínuo. Te muestro con esta carta mi sincero agradecimiento.

Ese día que mencionas en tu post y que habla de mi situación en el aeropuerto fue crucial. Yo no sabía qué hacer, no podía irme de Barcelona a China en aquel estado. Nunca antes me había sentido así.

De repente me viniste a la mente y te pedí un Reiki a distancia por primera vez. Tu sesión y lo que me dijiste por skype posteriormente sobre lo que habías sentido  me calmaron iso facto. Me cambió el semblante: del más profundo desconsuelo a un esbozo de sonrisa en el rostro. Mi corazón se aserenó, y me sentí preparada para partir y lidiar con todo aquello en la distancia.

El largo viaje en el avión lo dormí y cuando llegué a China sentí que debía seguir con las sesiones a distancia. Al principio durante un tiempo, fue una sesión por semana, luego pudieron pasar a una sesión  cada dos semanas, hasta que me distes el alta porque me vistes preparada para avanzar yo sola.

Era para mí un momento bonito: estirada en el sofá, sabiendo que tú estabas en tu  Centro de Terapias mandándome Reiki. Luego me llamabas por Skype y hablábamos de todo el proceso. Me gustaba saber que podía contar con alguien como tú: alguien que siente e intuye cosas que muchos no pueden.

Al terminar la terapia, me contabas tú primero lo que habías sentido durante el Reiki y luego yo te decía en qué me sentía identificada. Era increíble oír lo que decías porque así era cómo me sentía. Luego, las directrices que me dabas, con tu gran psicología, era un apoyo que nadie más podía darme allí donde estaba, con una inmensa distancia que me separaba de Barcelona,  porque ni amigos, ni familia, ni profesionales del país donde vivía podían ayudarme.

Ahora estoy de nuevo en España y sé que estos últimos meses de mi vida en China con tus sesiones de Reiki a distancia han preparado el terreno para este retorno a mis orígenes con talante fuerte. Me siento serena y, por fin, dispuesta a enfrentarme a todo esto.

Siempre agradecida,

M.

Montserrat Oliveros González

Maestra y terapeuta de Reiki