Hace unos días, en el Centro Hermes hicimos nuestros primer curso de reiki de primer nivel enfocando exclusivamente para personas con perros, cuidadores o adiestradores de perros, o amantes de los perros.
Las dos personas que asistieron, eran muy conscientes de que sus mascotas estaban vinculadas emocionalmente con ellos. Expliqué y compartí mi experiencia con todos los perros a los que les he hecho reiki, y finalizaron el curso, tomando conciencia de que cada acto, cada emoción, cada experiencia vivida, afecta emocionalmente a sus «compañeros peludos».
Una de las asistentes, me escribió al cabo de unos días para explicar, cómo al hacerle reiki a una de sus perras «Macarena», al cabo de un rato le empezó a lamer las manos y posteriormente se las apartó ligeramente como si le dijera que ya no necesitaba más reiki. Pero lo que más le sorprendió es que esta perra está muy unida a su hijo, y apenas se acerca a ella, y por supuesto nunca le ha lamido la mano, así que su sorpresa fué enorme. Es por ello que debemos tomar conciencia, de que para que nuestras mascotas esté felices, debemos ser felices nosotros. Y que si queremos apoyarles para que ellos se sientan mejor, o en los momentos en los que están débiles o con alguna enfermedad, el Reiki será un gran aporte vital y energético en sus vidas.
Es por ello que iré haciendo cursos dirigidos a la toma de conciencia de las personas con perros o cuya profesión esté relacionada con ellos.
Espero que este post sirva para que muchos de los lectores vayáis tomando conciencia de que los perros están muy vinculados a nuestra emociones.
Montserrat Oliveros
Maestra y Terapeuta de Reiki
Ilustración de Eva Sanz