Últimamente, a mi consulta cada vez va viniendo más gente interesada en conocer el Reiki. Muchos vienen porque alguien les ha dicho que desde que se lo estaban haciendo se encontraban más animados, más alegres o con una visión diferente del «caos que nos rodea». Otros vienen simplemente porque les llama la atención y quieren probarlo, y otros porque alguna vez se lo habían hecho y querían volver a experimentarlo.

 

Lo cierto y que a mí me alegra mucho es ver que todos salen con la sensación de que es algo que les va bien, que les ha permitido relajarse y estar en paz consigo mismo. Cuando por más que lo intentan en su día a día no lo consiguen. Posteriormente algunos de ellos me escriben solicitando asistir a un curso de 1º nivel de Reiki, o incluso algunos me confiesan que la energía la han sentido mucho más fuerte que cuando se hicieron Reiki hace tiempo. Esto no quiere decir que el Reiki sea mejor el que yo les he hecho, sino que están preparándose para hacer un cambio interno y que por consiguiente están mucho más sensibles a la energía Reiki.

Considero que estamos en unos momentos muy críticos en nuestra sociedad. Donde todas las estructuras externas se están rompiendo, y nuevas alternativas están resurgiendo. Donde estamos rodeados de mentiras y farsas que hacen que la gente se sienta perdida y sin rumbo.

Pero todo ello es bueno, ya que ha llegado el momento de «creer en nosotros mismos» y no en lo que nos dicen «los medios de comunicación».  Ha llegado el momento de «confiar en nuestra intuición» y no dejarnos llevar por «lo que nos dicen».

Y cuando te haces Reiki o te hacen Reiki, de algún modo la persona se hace consciente de esta nueva verdad. Una verdad basada en la confianza que uno siente consigo mismo, una verdad basada en la fuerza interior, una verdad basada en la conexión con nuestro interior, una verdad basada en el Amor Incondicional.

Por eso, cuando alguien viene a hacerse Reiki y empieza a «sentir la energía fluir por su cuerpo», acaba siendo consciente de que hay algo que va más allá de su comprensión y de lo que le han enseñado sobre el cómo han de ser las cosas, y todo ello gracias a la capacidad de sentir, que el Reiki ayuda a percibir.

Así que con toda mi ilusión por dar a conocer cada vez más el Reiki, intento cada día que puedo escribir sobre mis experiencias con el Reiki en el día a día de mi vida.

 

Montserrat Oliveros González
Maestra y Terapeuta de Reiki en la Escuela Hermes7