1)  Estamos volviendo a descubrir que vivimos en un mundo profundamente misterioso, lleno de coincidencias repentinas y encuentros sincronizados que parecen estar predestinados.

2)  Cuantos más despertemos a este misterio, crearemos un concepto del mundo completamente nuevo – redefiniendo el universo como energético y sagrado.

3)  Descubriremos que todo a nuestro alrededor, toda la materia, está formada y se origina de una energía divina que estamos empezando a ver y a comprender .

4)  Desde esta perspectiva, podemos ver que los humanos siempre se han sentido inseguros y desconectados de esta fuente sagrada y han intentado nutrirse de energía dominándose unos a otros. Esta pugna es la causante de todos los conflictos humanos.

5)  La única solución, es cultivar una reconexión con lo divino, una transformación mística que nos llene de energía y amor infinitos que amplíe nuestra percepción dela belleza, y nos eleve a una conciencia de nuestro Yo-Superior.

6)  En esta conciencia, podemos liberarnos de nuestro propio hábito para controlar y descubrir una verdad específica, una misión que hemos venido a compartir para que ayude a la humanidad a evolucionar hacia este nivel nuevo de realidad.

7)  En la consecución de esta misión, podemos descubrir una intuición interior que nos muestre hacia dónde ir y qué hacer , y si solo hacemos interpretaciones positivas, derivará en un fluir de coincidencias que abrirá las puertas para que se revele nuestra misión.

8 )  Cuando un número suficiente de nosotros entre en este flujo evolutivo, siempre dando energía al Yo-Superior de todos con quien nos encontramos, crearemos una cultura nueva en la que nuestro cuerpo evolucionará hacia niveles de energía y percepción aún más elevados.

9)  De este modo, participamos del largo viaje de la evolución, desde el Big Bang hasta el propósito final de la vida: energetizar nuestros cuerpos, generación tras generación, hasta que entremos en un cielo que todos podamos ver por fin.