Esta mañana, al compartir cómo suelo hacer en mis redes sociales unos minutos de reflexión, he puesto una frase de Paulo Coelho que dice: “el primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños, es la falta de tiempo”. He estado reflexionando sobre ella antes de compartirla, y posteriormente he empezado mi nuevo día, sin saber que hoy algo especial me iba a pasar.
Tras dejar a mi hija en el casal de verano, y dedicarme un rato a meditar, he empezado a realizar mis actividades diarias: gestión de emails, mirar redes sociales, programación de la agenda de clientes… y de repente me he quedado en blanco, me he quedado sin saber que debía hacer. Así he estado unos 5 mintuos, hasta que he sido consciente de que lo que me estaba pasando era que tenía que parar y no hacer nada, absolutamente nada. Esto me ha llevado a un estado de mucho nerviosismo, ya que me he dado cuenta de que no se “estar sin hacer nada“, simplemente quieta. De repente me he ido a mi google+ y he vuelto a leer la frase que he compartido esta mañana, y he sido consciente de que justamente lo que estaba viviendo era la sensación de “tener tiempo“, la sensación de que estaba tomando el control sobre mi tiempo. Bueno sinceramente, no se si alguien puede entender lo que me ha pasado, porque para mí ha sido una experiencia completamente nueva y desconocida.
Llevo tiempo meditando y una de las sensaciones que se experimentan durante la meditación es la de tener la sensación de tener tiempo, ya que parece que el tiempo se paraliza. Pero vivir esta sensación simplemente desde tu interior que te indica “para y estáte un rato sin hacer nada, sólo siente cual es el siguiente paso“, ha sido algo completamente nuevo. Así que creo haber experimentado una de las frases que el Dr. Joe Dispenza repite más en sus cursos: “cuando te mueves en el terreno de lo desconocido, es cuando realmente estás conectando con el campo cuántico”. Así que me he dado cuenta de que tanto Paulo Coelho con los “minutos de reflexión” como Joe Dispenza recordando sus enseñanzas en los cursos, los dos me estaban diciendo lo mismo.
Lo siguiente que me ha pasado, ha sido recordar un cuento terapéutico para el alma, escrito por un alumno mío de Reiki Jorge Benito, y que lo había empezado hacía unos días pero nunca encontraba el momento para continuar leyéndolo. Entonces he sentido que justo ahora era el momento para delietarme con unos momento de paz y buena lectura.
A los 3 minutos de estar leyendo este increíble cuento terapéutico, he sentido como estaba completamente enganchada en la aventura del chico y la niña, y al mismo tiempo mientras disfrutaba, podía sentir mi mente boicoteándome y diciéndome que estaba perdiendo el tiempo, en lugar de estar haciendo las gestiones pendientes de realizar.
Mientras lo leía, cada vez me sentía más identificada con las explicaciones que la niña le daba al chico sobre el mundo de los sueños, y finalmente he podido vencer al demonio de la mente y he podido acabar la lectura del libro, con la sensación de triunfo y de bienestar. Con la sensación de que el tiempo se había parado para leer este cuento y permitirme sanar mi alma: sanar mi conflicto con la falta de confianza de que las cosas si las dejas libres se mueven por sí solas, no hay que forzarlas.
Os dejo el enlace para que vosotros también os lo podáis descargar , con la intención de que sea tan enriquecedor para vuestra alma como lo ha sido para mí.
Montserrat Oliveros
Directora Hermes cuida’t i aprèn
El arte del dulce no hacer nada la “dolce fare niente” que dicen los italianos.