Amar es la ley que vale para todo en la vida.
Y dar amor es la ley de las relaciones.
A la fuerza del amor no le importa si conoces a alguien o no, si una persona es amiga o enemiga, si es un ser querido o un completo extraño.
A la fuerza del amor no le importa si te encuentras con un compañero de trabajo, tu jefe, tu padre o tu madre, tu hijo o tu hija, tu alumno o la persona que te ha atendido en una tienda.
A todas las personas con las que tienes algún contacto, o les das amor o no se lo das. Y lo que das es lo que recibirás.
Texto extraído de El Poder, Rhonda Byrne