Nuestra sociedad está pasando en estos momentos una grave crisis interior de insatisfacción e inconformismo. Esto nos lleva a la búsqueda de un camino que desconocemos pero en el cual nuestro único objetivo es sentirnos felices.

 

Nos sentimos bombardeados por constantes campañas publicitarias que nos inducen al consumismo, pero quien puede comprar se acaba dando cuenta que esto no le lleva a sentirse feliz, y quien no puede comprar por insuficiencia económica, se siente constantemente infeliz pensando que su problema radica en no poder ser consumidor de todo lo que quiere. Pero realmente los dos caminos llevan a la misma pregunta: ¿por qué no soy feliz?.

Yo bajo mi experiencia como persona lo resumiría en algo tan sencillo como: la búsqueda está en nuestro interior y no en el exterior. Al leer esta simple frase pensaréis que esto lo dicen constantemente todos los terapeutas de técnicas de crecimiento interior. Pero como bien os acabo de escribir, no parto del punto de vista del terapeuta, sino que parto del punto de vista de ser «una persona más», dando mi humilde opinión. He pasado por momentos muy críticos en la vida, y estos me llevaron a la búsqueda interior, me llevaron a conocer entre otras técnicas el reiki, del cual actualmente soy maestra y terapeuta. Pero lo que quiero compartir es que en los momentos críticos el reiki me aportó luz y paz a mi interior. Así me fue más fácil discernir sobre lo que debía dejar atrás en mi vida, y hacia dónde quería dirigir mis objetivos futuros.

Durante este trayecto aparecieron momentos muy buenos de mi vida, y el reiki nuevamente me permitió vivirlos plenamente consciente del presente y sin el temor que antes tenía de que después de algo bueno, seguro que pasa algo malo. Este pensamiento dejó de existir al empezar a hacer reiki, y empecé a disfrutar el presente. Volvieron a venir momentos difíciles, y nuevamente el reiki me ayudó a sacar fuerzas de mi interior y a dejar de culpabilizar en mi exterior, y nuevamente me recordó que debía buscar la solución mirando en mí. Y así es la vida, momentos difíciles y momentos increíbles, y sea cual sea el momento, hacerme reiki diariamente me da paz y claridad para disfrutar y para aprender.

Desde que empecé con el reiki hace 17 años, he ido conociendo mucha gente que buscaba un nuevo camino en sus vidas, pero he de reconocer que desde hace pocos años veo cada vez más como la gente vive como zombis, preocupados siempre por un futuro que parece incierto, preocupados por un futuro que cada vez está más negro, preocupados por el bombardeo de noticias de catástrofes y conflictos que hacen que la angustia se haga más y más grande. Pero de verdad os digo, que a pesar de ver cada vez más esta angustia -en mi consulta, hablando con las madres del colegio de mi hija, hablando con amigas…-, cuando llego por la noche antes de dormirme me hago mi sesión de autoreiki y nuevamente vuelvo a sentir la paz que me ayuda a ver luz donde todos ven oscuridad.

Confío en que estas gotas de luz os ayuden a encontrar un camino donde podáis hallar la paz que yo he conocido con el reiki. Como dicen las tradiciones espirituales: «cuando el alumno está preparado, aparece el maestro». Y seguro que lo encontraréis

  • Montserrat Oliveros González
    Terapeuta y maestra de reiki en Hermes7