Soy Marta, terapeuta de flores de Bach y Reiki. Cuando me propusieron colaborar en este blog, me planteé qué escribir y cómo escribirlo. Me surgió una idea. Cada artículo constaría de dos partes, la primera sería mi opinión personal o mi experiencia sobre algún tema relacionado con las Flores de Bach y la segunda será un estudio más objetivo sobre alguna de las flores.

Si os apetece pasear conmigo entre las flores de Bach, sereis bienvenidos a mis artículos del blog. Podéis hacer comentarios, tanto si estáis deacuerdo como en desacuerdo, ya que esto nos hará crecer personalmente a todos. Me he propuesto como mínimo escribir un artículo semanal en este blog. Paseemos juntos, pues, en mi primer artículo:

Diferencia entre tomar Flores de Bach o hacer Terapia de Flores de Bach

Ambas cosas nos pueden ir bien si tenemos claro lo que queremos.

Puede ser que muchos de vosotros penséis que es lo mismo, pero no es así. Existen diferencias importantes a tener en cuenta.

Tomar flores de Bach es ideal para personas que necesitan ayuda para superar una situación puntual en la que nos encontramos y necesitamos ayuda. Puede ser una muerte, una despedida, un cambio laboral… Actuan ayudándote a ser capaz de afrontar la situación. Con el tiempo notas que ya no las necesitas y las olvidas, pero ellas ya han cumplido su función.

Has sido capaz de asimilar y superar la dificultad a la que te afrontabas.

Hacer terapia de flores de Bach va mucho más lejos que superar una situación, aunque también te ayuda a ello. Te muestra el camino para crecer interiormente, para superar tus propias limitaciones, para descubrirte a tí misma. Es un camino largo, muy interesante y muchas veces difícil, pero realmente gratificante. Te sientes mejor contigo misma a medida que superas tus propias limitaciones.

Para mi, un buen terapeuta debe escuchar, observar y comprender lo que el paciente dice y aquello que calla, voluntaria o involuntariamente. Para poder hacer esto se debe hacer una visita como mínimo cada quince dias y de más o menos una hora. Esto lo digo por mi experiencia como paciente, más que como terapeuta. Antes de ser terapeuta, estuve en manos de dos terapeutas de flores de Bach, con la primera tomé flores de Bach y con la segunda he hecho terapia de Flores de Bach y de Reiki.

La experiencia con mi primera terapeuta, fue distinta a lo que busco ahora en las Flores de Bach. Yo tenía un problema que quería superar, ella lo detectó en la primera visita de una hora, me dio un preparado d flores y cuando se me acababan las flores, la llamaba me daba más. Llegó un día que sentí que ya no necesitaba las flores y el último bote de flores quedó por abrir en mi bolso y, más tarde,  en un cajón.

Las flores me habían ayudado a enfrentarme al problema y luego dejé de necesitarlas.
Me compré un libro de flores de Bach y me dió la sensación de estar muy mal, porque parecía necesitar todas y cada una de las 38 esencias.

Cinco años después, mi vida dió un giro inesperado, descubrí el Reiki y me cambió la vida. Mi maestra de Reiki, Montserrat Oliveros, me comentó, que si quería ayudar a mi crecimiento interior, me iría bien hacer terapia de flores también. Me sentí tan bien con la experiencia que decidí que quería ser terapeuta de Flores de Bach para ayudar a las personas en su crecimiento interior. Le pedí a Montse que montara un curso de Flores de Bach, porque yo lo quería hacer con ella, ya que me gustaba su forma de dar los cursos muy vivenciales. Ella, al cabo de un tiempo, me llamó y me dijo que tenía montado un curso avalado por SEDIBAC.

Mi sueño se ha cumplido y soy terapeuta de flores de Bach y puedo mostrar el camino a otros, como en su día me lo mostraron a mi. Las flores nos ayudan a conocernos a nosotros mismos y a enfrentarnos con optimismo a las situaciones
que nos trae la vida.

Flor del artículo: RED CHESTNUT

Es la flor con la que más me identifico. Se reconoce a la persona que la necesita porque vive en un constante sufrimiento por aquellas personas a las que quiere.

Sufre por lo que les ha pasado, por lo que les pasa y por lo que les puede pasar. Ve riesgos y peligros incluso donde no existen.

Buscan tanto proteger a los suyos que los aprisionan. Sus seres queridos se sienten atrapados en su red protectora. Y a veces intentan huir de ellos, no quieren vivir en la jaula que les preparan.

La toma de la flor ayuda a apartar los pensamientos negativos y a dar fuerza y luz a los que se ama.

La verdad es que creo que es mi flor tipo. Me preocupo mucho de los que quiero y muchas veces siento que no les puedo proteger y me duele. Cuando tomo la flor noto, que me es más fácil dejarles hacer su vida, ayudar a los niños a crecer
y a volar solos.

Descubres, que muchas veces esta preocupación excesiva por los otros, es por no preocuparte de tu propia vida, para no enfrentarte a tus problemas, te enfrentas a la de los demás y si hay fallos es culpa de los otros porque no han hecho lo que tu decías. Así nos centramos más en nuestra vida que en la de los demás, dejándoles libertad a los demás para ser lo que desean ser. Tomando la flor, dejamos crecer a los que nos rodean a su ritmo y tomamos nuestra vida de frente y nos enfrentamos a ella.

 

 

¡Gracias por leer este articulo! Acordaros de pensar siempre en positivo, de dar gracias por aquello bueno que os pasa. Y no olvidéis que lo que deseáis a los demás os volverá multiplicado a vosotros.

 

Marta García Monforte

Terapeuta de Flores de Bach y Reiki.

Escuela de Desarrollo Personal,
Reiki y Terapias Naturales Hermes7 

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