Hace unos días tuve la gran suerte de vivir una experiencia única con uno de mis cursos de reiki. Una de mis alumnas de primer nivel, quería hacer un segundo nivel pero no sabía como hacerlo ya que tenía un bebé de 3 meses.
Como una de mis especialidades es la meditación, y allí me centro desde la tranquilidad en cómo puedo realizar cursos que suponen un reto. Vi la posibilidad de hacerlo exclusivamente para ella y su bebé en dos mañanas, ya que tuve la percepción de que el bebé no aguantaría muchas horas seguidas en un espacio cerrado.
El curso fue increíble, pudimos hacer las relajaciones mientras el bebé dormía. Cuando le tocaba darle de comer, respetábamos el tiempo utilizando también alguna relajación, con lo cual el bebé al estar muy tranquilo, apenas lloró y permitió a su mamá seguir el proceso del curso. Los momentos que estaba inquieto, yo estaba pendiente de él, y en ningún momento me extrañó. Y lo más curioso de todo es que yo había propuesto acabar a las 13h los dos días, y curiosamente a partir de las 13h, ambos días el bebé empezó a llorar y a estar más nervioso. Era como si en su interior supiera que tenía que estar tranquilo hasta esa hora, para permitir con su mamá pudiera hacer el curso de reiki.
Fue una experiencia muy enriquecedora para mí, para mi ayudante y muy satisfactoria para la mamá, que pudo aprovechar su baja maternal para hacer el curso con su pequeñín.
Cada día se me presentan nuevos cursos que son un reto. El siguiente será el 2 de Enero del 2015 con unos padres que aprovecharán las vacaciones de navidad para hacer juntos su primer nivel, y vendrán con sus dos hijos de 5 y 9 años, seguro que también será una gran experiencia. Me encanta cada vez más autoreinventarme con mis cursos de reiki, y dar opciones a todas las personas que no ven la posibilidad de cómo hacerlo.
Montserrat Oliveros
Maestra y Terapeuta de Reiki
