En la vida cotidiana, no hay nada que sea estático, todo está siempre en movimiento. Cuando parece que tenemos un poco de paz y tranquilidad en nuestras vidas, ¡de repente! algo cambia y ese cambio debemos incorporarlo.

 

Estos cambios algunas veces son para bien, y otras son para mal. O mejor dicho algunas veces lo vivimos como algo positivo, y otras como algo negativo, en lugar de vivirlo como una experiencia que nos está hablando de que debemos hacer algún cambio en nuestra vida. Muchas veces, con el tiempo, nos hacemos conscientes de que aquello que en principio pareció una catástrofe, nos ha llevado a poder realizar nuestro sueño y con ello a sentirnos felices.

En estos momentos críticos, en estos momentos donde todo lo vemos negro, es cuando el Reiki nos ayuda a enfrentarlo con paz y tranquilidad, nos ayuda a enfrentarlo con una dosis de optimismo. Y esa dosis de optimismo es la que hace que de repente a nuestro alrededor surjan personas o circunstancias que vienen a nuestras vidas para ayudarnos.

Nuevamente y una vez mas, os hablo sobre mi experiencia y basándome en todos los pacientes de Reiki que he tenido a lo largo de todos estos años. Cómo sucede es algo que no puedo contestar, pero lo que si que puedo asegurar es que esa angustia que parece ahogarte y que no te deja vivir, se transforma en un sentimiento de paz y tranquilidad que te ayuda a sentirte mejor contigo mismo, a pesar de que en el exterior reine el caos.

Entonces yo me pregunto: ya que no podemos cambiar las circunstancias, ¿no es bueno hacer algo que nos ayuda a sentirnos mejor ante esas circunstancias?. Espero y confío que con este escrito muchos de los que andáis buscando algo para salir adelante, os inspire la oportunidad de averiguar ¿qué es Reiki?

Montserrat Oliveros González
Maestra y terapeuta de Reiki en Hermes7